sábado, 5 de diciembre de 2009

El feo francés que (casi) inventó la Bossa Nova



Para no ofender a nadie, ni a ellos ni a sus fans, no pondré ningun ejemplo de cantantes que triunfan por guapos, pero que, musicalmente hablando, no aportan nada. Ni siquiera afinan. Todo lo contrario de Henri Salvador. Ya veis por la foto que muy guapo no era, pero muy pocos lograron cantar con esa delicadeza.

Henri Salvador era un francés de Ultramar. Nació en 1917 en Cayena, la capital de la Guayana francesa. Su padre era descendiente de españoles y su madre una guadalupeña de origen indio. La familia se trasladó a París siendo aún niño. Allí descubrió la música de Louis Armstrog y Duke Ellington, muy populares en Francia. Empezó muy pronto su carrera musical: a los 18 años fue contratado por el mítico guitarrista de jazz (francés y gitano) Django Reinhard y poco después se embarco hacia una larga gira por Sudamerica con la orquesta de Ray Ventura. Allí desarrolló su faceta de showman cómico. El público brasileño encontraba frios a aquellos franceses y Henri Salvador intentaba animarlos imitando a Popeye.

De vuelta a Francia Salvador se convirtió en uno de los nombres imprescindibles en la programación de los Music-Hall franceses. Actuó en los espectáculos de Mistinguett y colaboró con Boris Vian, quien le escribió la letra de algunas canciones, como el divertido Blues du Dentiste. Salvador también participó como actor en algunas peliculas, aunque la que traeria más consecuencias fue el documental Nuits d'Europe (1959), dirigido por Alejandro Blasetti, un recorrido por los principales locales de variedades y striptease de Europa. En este documental Salvador interpreta una de sus composiciones, un bolero titulado "Dans mon île".

Cuando la pelicula se estrenó en Brasil, la canción llamó la atención de un joven compositor que estaba intentando renovar la música popular brasileña sobre la base de la samba, pero sin haber encontrado aún un nuevo estilo definido. Era Antonio Carlos Jobim, quien pocos años después compuso temas tan emblemáticos como Garota de Ipanema o Desafinado. Jobim ha reconocido en varias ocasiones que la canción de Henri Salvador le ayudó a salir del bloqueo estético en que se encantraba. Dans mon île le dió la clave: se trataba de darle a la samba un tempo mucho más lento, a la vez que se enriquecia la armonia y se introducian unas progresiones melódicas más sutiles. Así nació la Bossa Nova y empezó un glorioso capítulo de la historia de la música popular. No sólo Jobim, también músicos como Joao Gilberto o -más tarde- Caetano Veloso, consideran a Henri Salvador como una de sus grandes influencias.

No tengo a mano un clip de la interpretación de Dans mon île de 1959, pero si una grabación bastante posterior. En ella vemos a un Henri Salvador ya octogenario, pero que sigue cantando con una clase inigualable. La canción es una delicia: La base rítmica todavia pertenece al bolero, pero la armonia (esos maravillosos acordes de 6ª) son ya Bossa Nova.



En la década de los 60, la carrera de Henri Salvador tomó un extraño derrotero. Se conviertió en una estrella televisiva interpretando canciones como Juanita Banana y otras igual de horribles. Las escenificaba en unos clips espantosos en los que aparecia ridiculamente disfrazado y cantando, con frecuencia, con un falsete abominable. De inpirador de la Jobim pasó a precursor de Georgie Dann. Para muestra unos de sus temas emblematicos de la época: Le travail c'est la santé (El trabajo es salud). Con verguenza ajena os incluyo el clip. Y no es las peores cosas que hizo.




Pero esta "decadencia" artística le dió una enorme repercusión pública. Muchos franceses de hoy recuerdan a Salvador por esta etapa lamentable. Esta etapa de crisis... ¿Fue una decisión propia? ¿Lo hizo por gusto o por necesidad? No lo sé, pero lo cierto es que, a ratos perdidos, Henri Salvador seguia componiendo. Completó un album titulado Chambre avec vues (Habitacion con vistas), que fue rechazado por todas la compañias discográficas a las que se presentó. En palabras del propio Henri Salvador: "La inteligencia, la delicadeza y la generosidad no son cualidades muy extendidas en este negocio".

Henri Salvador ya pasaba de los 80 años cuando, finalmente un amigo le prestó el dinero necesario para grabarlo y lanzar una pequeña edición de autor. Fue un exito de crítica. Caetano Veloso dijo que Chambre avec vues era el más bello album de Bossa Nova que se habia grabado en muchos años. Henri Salvador volvió a ser un músico admirado sobretodo por otros músicos. Gente como Céline Dion le pidieron grabar duos con él. Fue mucho más que el musico pachanguero que muchos recuerdan: cantó con la orqueta de Count Basie, con Ray Charles, le acompañó al piano Michel Petrucciani... Sus discos como cantante de jazz de los 50 son un lujo. Y su renacimiento, ya entrado el siglo XXI, un milagro por su calidad y por la edad del artista.

En 2005 recibió de manos de Gilberto Gil, músico y ministro de cultura, en presencia del presidente Lula, la Orden del Mérito Cultural del Brasil, en reconociemiento a su aportación. Dió su último concierto con público pocos meses antes de su muerte, pasados los 90 años. Si alguna vez os hablan con desprecio de él ("Ah, si... el que cantaba en francés Juanita Banana..."), recordad todas estas otras cosas. Mi última sugerencia es que escuchéis Dans mon île junto a alguien que querais... lo que pase después ya es cosa vuestra.

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